Dicen que la distancia...


La relatividad del tiempo y espacio nos vuelven esclavos de nosotros mismos, nos encadenan al calendario, al reloj. Mayo y junio se me escaparon entre los dedos como arena y julio, está teniendo el peso del plomo, que está a punto de arrastrarme al fondo del mar; la diferencia de estados en estos meses, es la clave del por qué. La presencia y la ausencia, están siendo la esencia de todo este sentimiento. Extraño demasiado...
Tuve que partir, porque era algo que tenía que hacer, pero la prueba es fuerte en exceso, y las horas cada vez pasan más lentas... anhelo el momento del reencuentro, haciendo la cuenta atrás, para que se me vuelva a escapar el tiempo entre los dedos, bajo el sol y en el mar.

Constantemente mando besos de península a ínsula, por correo urgente, nadando sin descanso hacia otro puerto.

#Fotografía Noelia Villodre

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