Tiempos de ínsula

  La temporada terminó, por fin, con sus aciertos y desaciertos, errores y logros, decepciones y aprendizajes... Tiempo de Temporada, una forma de vida para mucha gente, un recurso para mi, en estos últimos dos años. Vine a lo que consideré el paraíso, por mucho tiempo, y que he conseguido ver con ojos de realidad, esa realidad sucia que acaba envolviendo la energía del hombre, en los lugares bellos; especulación, explotación, hipocresía, dentro de un marco natural incomparable, lo que acaba resultando incomprensible, a la vez que caótico y desgraciadamente normal... nos cargamos la magia y los últimos paraísos.
  Un halo de abandono empieza a invadir la Isla, la gente parte hacia su normalidad, los barcos vacíos atracan cada día en el puerto, que no hace tanto, era un hervidero de turistas. El verde vuelve a la vegetación, la temperatura del agua baja, el viento se hace eco en el silencio de los caminos, el clima vira hacia el otoño, poco a poco, este lugar recupera su paz forzada, la del cambio estacionario, cuando los pocos que quedan, se esconden y esperan a que vuelva el gran escenario del verano, donde todos son actores principales, en el gran teatro para el turista.
  Cosas llegan, cosas cambian, desde la distancia de lo que ya terminó, en el purgatorio antes de cambiar de realidad, todo cambia de color, y te preparas para el monstruo de la ciudad... y hago balance, y con frialdad, cambio de perspectiva, y me despido de la temporada, y me invito a soñar, con nuevos destinos y nuevas opciones, nuevos lugares y nuevas metas. La temporada fue como un temporal y la vida sigue hacia otro lugar.




Foto Noelia Villodre 
*cala saona, Formentera*

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