Hice un viaje relámpago a Guatemala, y me encantó... más que el hecho de llegar al lugar y visitarlo, fue el trayecto. Desde que cruzamos la frontera, nos embarcamos en una aventura llena de viajes en camión, con la gente del lugar; transbordando de un pueblo a otro, para llegar a Guatemala Antigua. Vivimos la cotidianeidad guatemalteca, la gente de los pueblos, su rutina, los olores, su manera de vivir... conforme nos acercábamos a la ciudad, el tipo de gente iba cambiando, su forma de comportarse... hasta que llegamos a la ciudad, donde la identidad propia, estaba relegada a tipicos souvenirs para los turistas. Debido a la gran afluencia de gringos que van allí a estudiar español, Guatemala Antigua, se había convertido en un parque temático, por y para ellos. Aún así, en una tiendita, encontramos a unos lugareños, con los que pudimos hablar y reirnos de su propia realidad, con ellos, con ironía... Lo mismo está pasando en San Cristóbal (Chiapas), lo mismo he vivido en Formentera, y lo mismo, acabará pasando en Valencia; 'vamos a cuidar al turismo, que nos da de comer, y nos quita la identidad, relegándola a un espectáculo adaptado como atracción'.
Hasta dónde podemos llegar? hasta cuando vamos a aguantar? el dinero es lo que mueve el mundo, no estais cansados de eso? no creeis que hay otras formas de ver las cosas y de vivirlas? Si las cosas siguen así, acabaremos viviendo en un decorado prefabricado, donde se perderá la esencia real, de los lugares y sus gentes...
Lo que realmente me gustó, es todo lo que sentí y pude descubrir, aunque cosas como estas me enojaran, la vibra del lugar, me mantenía en calma, y me hacía tener una percepción de las cosas objetiva y me animaba a una lucha pacífica en contra de todo esto... Por eso lo escribo, por eso me expreso; y no tiré piedras, y no lastimé a nadie... como dice Macaco: 'mejor romper conciencias equivocadas'.