... y el infierno se congeló!

  Después de cinco duras semanas,  y cuando digo duras no bromeo, mi participación en el rodaje y el rodaje en sí, por fin han terminado! He aprendido mucho, sobre todo, todo lo que nunca hay que hacer; he aprendido que aunque los que manejan los hilos lleguen a ser un desastre, en medio del caos, es un equipo unido el que resuelve las situaciones y hace que las cosas funcionen, son los peones del ajedrez los que le dan ritmo a la partida. Si no hubiese sido por los compañeros que se apoyan y acompañan, el infierno nunca habría dejado de arder... gracias por hacer que las llamas fuesen más llevaderas, espero que la sangre, el sudor y las lágrimas hayan valido la pena.



Foto: Diego López Calvín.

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