Mitos, leyendas, ilusiones alimentadas desde la infancia, por el entorno; víctimas de una cultura popular que arrastra a creer en perfecciones imposibles, en figuras utópicas, a anhelar la necesidad de un sentimiento que ni siquiera se ha conocido... y aún teniéndolo claro, nos embarcamos en la locura de seguir creyéndolo... hasta que te das cuenta, que el príncipe azúl se destiñe en la primera lavada!!
Ya hace mucho tiempo que esto dejó de ser autobiográfico, pero es algo que sigo viendo y sintiendo a mi alrededor... yo creo que a mi primer príncipe azul, ya lo metí en lejía directamente, así que con eso, ya no busqué ni colores, ni mucho menos, príncipes. Pero las conversaciones que se han ido dando a mi alrededor en los últimos días, las sensaciones que me han estado generando los que me rodeaban, es lo que me ha llevado a vomitar esta pequeña reflexión...
Alejémonos ya de tópicos, pero de verdad... es fuerte que el niño que llevamos dentro, siga aferrad@, y aunque conscientemente es algo que ya dejamos pasar, cuando se indaga un poco, se ve que sigue esa secuela adherida, una especie de esperanza infundada, que nos vuelve inconformes y caprichosos.
Adictos a la autocompasión, no nos alejamos de lo que nos hace daño; no rompemos con lo que ya murió, por miedo al cambio y al abandono de una costumbre; tropezamos una y otra vez con una misma piedra, creyendo que la piedra cambiará y ya no tropezarás... y unido a todo esto, aún seguimos, dentro de nosotros, esperando a que 'eso', que ni siquiera sabemos qué es, llegue!
Estamos un poco locos, no? Creo que todo esto es producto de nuestra falta de atención propia... nos escuchamos muy poco y por eso somos víctimas de tanta incongruencia. No dejamos que Razón y Corazón, vayan de la mano, es más, siempre los ponemos en guerra, así nuestra vida es un poco más caótica, si cabe! Cambiarían tantas cosas con una patada en el Ego! Con un poco de introspección un poco más mística, y menos vanal...
Otro mundo es posible, y es tan sencillo como tener un pequeño cambio de actitud... pero estamos tan obcecados y aborregados; hacemos algo tan inmenso, de una cosa tan simple... que se nos está consumiendo la vida sin saber todavía qué es!
Abogo por luchar... por crear una identidad propia... por querer descubrir lo que quieres, no lo que quieren que quieras.