No todo lo que es oro brilla, no todo lo que nos cuentan tiene una razón de ser... el criterio propio, la intuición es lo que importa; la percepción que tenemos de las palabras ajenas, es lo que en realidad quieren decir... no es tan importante la forma, como el contenido!
Y en este país, en el que me estoy volviendo loca, en el sentido en el que se quiera recibir, nunca es tan importante lo que se dice, como lo que realmente se quiera decir.
La formalidad, es una utopía. La puntualidad, un invento que no se importó. La libertad, un sueño por alcanzar. La sinceridad, un arma de doble filo... pero me gusta estar aquí y lidiar con todas estas vicisitudes que le aplican una salsa picante a mi manera de vivir, es bueno para reafirmarte, fortalecerte, cultivar la paciencia, y hacer más caso de lo que ves, no de lo que te enseñan.