LaS PeQueÑaS CoSaS


Después de la Tormenta, siempre llega la Calma... ahora con la felicidad del descanso y el tiempo libre. Vuelvo a disfrutar de las pequeñas cosas y los detalles. Sin agobios, sin presiones, sin preocupaciones... México es un hogar, como cada lugar al que llego, y sin ser consciente de que el tiempo pasa. Extraño el mar, y ver la sonrisa de tanta gente que me importa... y cuando me vaya, extrañaré las sonrisas de la gente que me importa que está aquí...
Plantando semillas por todo el mundo, y oliendo las flores, que a veces nos toca regar desde la distancia. Pero nunca se marchitan, porque todas las raíces están interconectadas... da igual dónde te encuentres.
Ya he cerrado muchos de los círculos de mi vida, no me siento con cosas pendientes, ni a mitad; eso te hace descansar mejor, respirar más ligero, fruncir menos el ceño... sí que es cierto, que aquí me ha dado por pensar más, y luchar contra eso, es algo imposible, pero no me atormento por ello, es lo que toca vivir ahora.
Vine aquí, sin saber por qué, sólo porque sabía que tenía que venir... así que me limito a vivirlo, sin intentar buscarle más explicaciones, sólo disfrutarlo.
La vida es mucho más sencilla cuando te haces caso, cuando le das su importancia real, a esa vocecita interior que muchas veces te guia...
Sonrío y miro al cielo.

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